Por
Raymundo León Verde/Director de la revista Ejecutivos
El presidente del Consejo General
Consultivo del sistema de centros Conacyt, Sergio Hernández, dijo que queda
claro que la agenda del presidente Enrique Peña Nieto en materia de ciencia y
tecnología está centrada en los temas de innovación científica y vinculación,
tanto por el sistema nacional de emprendedores como por la intención de crear
una agencia nacional de innovación, es decir, “todo apunta a que la ciencia
sirva para algo”.
En conferencia de prensa, el también
director del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) dijo
que el objetivo del nuevo gobierno es pasar de una inversión en el área de
ciencia y tecnología del 0.4 por ciento al uno por ciento del PIB, lo que
implica pasar de 38 mil millones de pesos a 90 mil millones, “jun mundo de
dinero” que teóricamente se tiene que ver reflejado en la productividad
científica del país.
Hernández, quien asumió el 6 de
diciembre la presidencia del Consejo General Consultivo del sistema de centros
Conacyt, cargo que desempeñará al menos por un año, dijo que su nueva
responsabilidad implica la coordinación de esfuerzos de un sistema con
cobertura nacional que cuenta con 27 centros de investigación y tiene presencia
en 50 ciudades del país.
Destacó que después de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) son el sistema más grande del país en temas
clásicos como la formación de recursos humanos de alto nivel y la producción
científica dura.
“Somos 27 centros a nivel nacional donde
laboran 7 mil 500 personas entre investigadores, trabajadores administrativos,
de apoyo y técnicos. Atendemos a 5 mil estudiantes de posgrado, estamos muy
concentrados en la formación de maestros y doctores, contamos con más de 1,500
proyectos de investigación de carácter nacional y atendemos a 12 mil empresas”,
precisó.
Dijo que su principal reto en la
presidencia del Consejo de los centros Conacyt es darle visibilidad a este
sistema, pues a pesar de su importancia, todavía se conoce poco a nivel
nacional.
“Para mí es fundamental el tema de
visibilidad porque en la medida que seamos más visibles el Estado nos va a
tomar más en cuenta, ahorita en este momento es muy importante presentar tres o
cuatro proyectos a nivel nacional que
sean transversales a todos los centros de investigación, por ejemplo en temas
como el agua y la energía renovable, que pueden ser abordados por todos los
centros o la mayoría, queremos ser la herramienta del estado mexicano para
resolver los grandes temas nacional”, indicó.
Expresó que el presupuesto que manejará
el sistema para el próximo año presentará un incremento del 13 al 14 por ciento
con relación al del 2012, indicando que lo justo es que este aumento rinda
cuentas, reflejándose en la formación de recursos humanos, pero también en la
innovación científica.
Mencionó que el sistema Conacyt, a
través del subsistema de tecnológicos está fuerte en temas como la aeronáutica,
la industria automotriz y materiales para Pemex; el subsistema de ciencias
sociales en pobreza, migración y políticas públicas; y el subsistema científico
en agricultura, pesquerías, electrónica y óptica.
Esa es la ventaja del sistema de centros
Conacyt, que maneja temas muy diversos, puntualizó.
Dijo que el esfuerzo del Conacyt con la
instalación de nueve oficinas de patentamiento y de transferencia de tecnología
en igual número de centros de investigación, entre ellos el Cibnor, así como
los fondos de innovación permitirán al sistema que las investigaciones se
traduzcan en generación de empresas y empleos.
Sergio Hernández consideró que el
sistema tiene diversos retos, pero uno de los principales es convencer a las
comunidades científicas mexicanas a dar el salto hacia la transferencia de
tecnologías y no quedarse nada más con el artículo científico.
Expresó que esto es parte del paisaje
común de países como Estados Unidos y Alemania donde los científicos no sólo se
quedan en el conocimiento, sino se asocian y transfieren, indicando que “ahí
está el gran rezago y el reto para los 18 mil investigadores de México”.
Reconoció que los científicos mexicanos
se encuentran actualmente en una zona de cierto confort, generando artículos
científicos que son muy valiosos, pero ya el gobierno mexicano y el legislativo
se pusieron a cambiar la ley de ciencia y tecnología y ahora los investigadores
comienzan a descubrir que la ley los protege y los impulsa, por lo que “hay que
dar ese gran paso que es innovar y vincularse con las empresas”.
Puntualizó que hoy los científicos
extranjeros dominan las patentes mexicanas, unas 7 mil al año, una cantidad
reducida si se compara con la de Japón, donde se producen 90 mil patentes en el
mismo periodo.
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