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miércoles, 22 de agosto de 2012

Como ser Mexicano sin morir en el intento


La Paz Baja California Sur a 22 de Agosto de 2012 


Por: Salvador Castro Iglesias
Correo electrónico: salcasis@yahoo.com.mx

            Esta frase tiene varios días dando vueltas en mi cabeza y por más que trato de olvidarla no he podido.

            ¿Por qué?, bueno trataré de explicarme…

            De un tiempo acá (bastante largo por cierto), he visto como cada día que pasa nuestra sociedad se ha ido descomponiendo de una manera alarmante. ¿En qué sentido?, si vemos, leemos, escuchamos o nos comentan  veremos que tristemente no hay mucho de que sentirse orgulloso en estos días (salvo las pocas medallas ganadas en la Olimpiadas pasadas).

            Veo una sociedad apática, mal informada a pesar de tantos medios de comunicación disponibles, pero que en realidad no leen ni mucho menos analizan los graves acontecimientos que suceden todos los días por todo el territorio Nacional. Las televisoras tradicionales (TV Azteca y Televisa), se han dedicado en los últimos años a fabricar un México muy diferente a la realidad, a través de telenovelas guarras, sin contenido real, llenas de ideales que ya no se ajustan a una sociedad que pide al menos mas respeto por la inteligencia colectiva, y al parecer no les interesa. Novelas en la que la chica pobre se enamora (y es correspondida) por el típico y estereotipado niño rico, guapo y amoroso.

            Ya no digamos de la desastrosa participación de las mismas en el proceso electoral pasado en la que su credibilidad quedó por suelos, ante una sociedad perpleja que veía como todo el poder del dinero era invertido en crear un engendro que será nuestro Presidente y que en lo que a mi respecta corre el riesgo de no poder con el paquete de manejar un País desangelado, sin un líder visible y con los suficientes pantalones para hacer frente a los grandes rezagos en procuración de justicia, salud, pobreza, corrupción y tantas cosas mas que hasta el día de hoy ningún gobierno ha podido solucionar.

            Pero para el que esto escribe, la solución (si es que la hay) no vendrá nunca de un Presidente, tiene que venir de la misma sociedad que no acaba de comprender que si no ponemos el ejemplo con nuestros actos, jamás podremos salir adelante.

            ¿Cómo exigir justicia si nosotros mismos somos partícipes de la corrupción?, nos pasamos los altos, estacionamos en lugar prohibidos, para personas discapacitadas, pagamos mordidas para que no nos multen, usamos la influencia con alguien amigo del amigo del amigo para impresionar o para chantajear, les mentimos a nuestros hijos, llegamos a algún cargo de elección popular e inmediatamente mutamos a algo parecido a algún Dios y ya nadie nos puede dirigir la palabra o de plano nos olvidamos de nuestras promesas.

Sin ir mas lejos, hace unos días EMPRHOTUR La Paz decide presentar por todo lo alto su brillante campaña publicitaria para dar a conocer las bellezas de nuestra Ciudad, y para ello contrata a un extranjero sin tomar en cuenta a los productores locales que bien podrían haberse beneficiado de esos pocos  o muchos pesos, la verdad no somos ni siquiera solidarios con nosotros mismos.

Podría enumerar una cantidad de casos desagradables en que los Mexicanos pareciera que somos expertos, tratar a una persona con la punta del pie cuando acude a solicitar los servicios médicos del Estado, negar medicinas alegando que no hay (cuando el mismo Presidente de los Mexicanos alega que si debe haber), hacer mil trampas en las elecciones alegando que todo se vale si es para ganar, y luego salir con que no es cierto a pesar de las pruebas, etc.

¿Qué nos pasa? Tal como diría el actor Mexicano Héctor Suárez, a lo que veo en mi País todo se vale aunque no se valga caray, no importan los medios el caso es ganar a toda costa, a pesar de pasar por encima de la Ley, torcerla, mangonearla valiéndonos un carajo, al cabo que con el tiempo todo se olvida.

Creo que a la gran mayoría de los Mexicanos nos falta mucha vergüenza y valor para cambiar el actual estado de las cosas, somos expertos criticando en lugar de hacer que las cosas cambien, muchas veces por miedo, otras por conveniencia y las mas por apatía e indolencia.

Definitivamente hay excepciones y tenemos el caso de los jóvenes que salieron a la calle a protestar contra las injusticias y un sistema caduco que no les ha resuelto el grave problema de trabajo cuando terminen sus estudios, pero como siempre no han faltado quienes en lugar de apoyarlos ya les encontraron defectos, y un movimiento que comenzó con fuerza ahora pareciera que se diluye como todas las cosas en este País.

También a diario nos enteramos que tal o cual funcionario, político, gobernador, etc. Tranquilamente se roba o desaparece cientos o miles de pesos durante su mandato, salen muy contentos con casas o mansiones, carros del año, viejas y nuevas, viajes al extranjero todo pagado porel dinero del pueblo, y no hay Ley, Legislación o poder que pueda meterlos al bote y exigirles que regresen los dineros, hasta se van cuba de vacaciones como el tal Moreira que dejó hundido a su Estado y no hay bronca, no pasa nada.

Que si la CFE nos dejar caer su espada flamígera veraniega cada año con unos cobros que son de dar miedo, no pasa nada amigo, así son las cosas y ni alegues porque de seguro te cortan la luz por andar de revoltoso.

Que si Pemex está quebrado por tanto saqueo y nos suben el combustible cada mes, ni modo amigo de algún lado debemos sacar lana para las campañas, viajes, prebendas, mordidas, negocios chuecos y demás linduras.

Que si los diputados Federales y Locales así como Senadores y Secretarios de Estado se dan la gran vida con sueldos y prestaciones humillantes para los miles de pobres de esta País, ni modo, quién les manda no ser políticos y ser pobres.

Mi gran pregunta es… ¿Acaso el Gobierno exigirá que cuando se llegara el caso los Políticos encarcelados por robarse el dinero de los Mexicanos lo regresen?, ojalá y Dios me de vida para verlo pero en verdad no lo creo, como tampoco creo en que México ahora si saldrá del agujero negro y seremos los mas chipocludos del mundo, seremos honestos, leales y ayudaremos a nuestros hermanos a salir adelante para juntos ser una gran Nación.

Pero como bien dijo alguien “Tenemos los Gobiernos que nos merecemos”, por eso siempre he dicho que en verdad es un milagro seguir siendo Mexicano sin morir en el intento.

Nos leemos mas adelante …




            

martes, 7 de agosto de 2012

Carta a esos blogueros y tuiteros progres expertos en mentadas




@FedericoArreola
FEDERICO ARREOLA
mar 7 ago 2012
Se suponía que el insulto, como método de argumentación, lo monopolizaba la derecha. Ya no es así. En el México actual los izquierdistas, sobre todo los que más apasionadamente apoyan a Andrés Manuel López Obrador (ni hablar, la verdad hay que decirla), han decidido “debatir” con puras mentadas de madre.
Hay ya demasiados blogueros y tuiteros progresistas, de algún modo hay que llamarlos, especializados en insultar a sus adversarios políticos. Son tantos. Existen para todos los gustos. Chillones, elegantes, enmascarados, mendicantes, intelectuales…
Piensan tales personajes, ingenuamente desde luego, que serán exitosos en la industria de la comunicación con la siguiente fórmula: Si insulto, llamo la atención; si llamo la atención, mi sitio de internet tendrá lectores, y si consigo llegar a los 20 mil lectores (no pasan de esa cantidad al día), puedo vender publicidad o vivir de dádivas de cualquier tipo.
Es una fórmula que no da resultados. Para empezar, 20 mil lectores no son atractivos para un anunciante; y, además, esos 20 mil lectores que un sitio especializado en el insulto llega a tener, como máximo, en los momentos culminantes de las campañas electorales o de las protestas, en cuanto la vida política vuelve a la normalidad (lo que ocurre muy rápidamente) disminuyen en forma notable día a día.
Por otra parte, en los medios vender publicidad depende de contar con lectores (insisto, 20 mil no bastan, se necesitan muchos más), pero sobre todo se trata de un proceso de relaciones públicas y marketing que no es posible desarrollar en un sitio de internet que basa su “éxito” en insultos. Nada espanta más a un anunciante que la ofensa como argumento.
No suele haber filósofos entre los compradores de publicidad, pero sí gente sensata que espera de un periodista que si está en desacuerdo con otra persona muestre datos o tesis bien elaboradas para demostrar que tiene razón en el debate, nunca insultos que solo sirven, si sirven de algo, para el desahogo del que los emite.
Vicenç Navarro dijo, y tiene razón, que “en una democracia, los datos y argumentos no deben sustituirse por insultos”.
Hace tiempo leí en El País, un artículo de Juan Cruz sobre el insulto. Lo sintetizo para los blogueros y tuiteros que se sienten realizados cuando mientan madres:
1.- El insulto “es el asunto más viejo del mundo. El insulto es una forma de vida, nos acompaña, de una o de otra forma, desde la infancia, y es también como el agua, se cuela por cualquier rendija. Es agua sucia”
2.-  “El insulto es una forma del chantaje; acaso la más evidente o grosera, la más difícil de contrarrestar porque establece una diferencia radical entre quien insulta y quien es insultado, si éste no quiere bajar a las arenas enfangadas del que profiere el insulto”.
3.- “El que insulta establece sus reglas; ataca al otro, lo acorrala con la pestilencia de su aliento y lo convierte, en ese rincón, en un ciudadano indefenso. A no ser que el ciudadano levante la voz y utilice la fuerza u otros argumentos. ¿Otros argumentos? Los argumentos no sirven; el objeto del chantaje es, precisamente, convertir en inservibles los argumentos”.
4.- “Frente al chantajista que insulta, ¿de qué vale la información, la respuesta del otro? El nacimiento del insulto tiene el propósito de ningunear al otro, de destrozarlo con sus descalificaciones; el insulto es, en puridad, un fusilamiento. Se trata de noquear al adversario, de tirarlo al suelo, de humillarlo en la vía pública. ¿Qué se puede hacer frente a eso? ¿Luchar con las mismas armas? Lo que decían mis interlocutores es que tiene tanto poder en la vida común en este momento el insulto que ya se han desvanecido las fronteras y el público se toma el insulto como un argumento más”.
4.- “El insulto es una mala arte, es decir, una artimaña; coloca al otro en una situación imposible”.
5.- “¿Qué hacer? Lledó aconsejaba educación, lectura, sosiego, entendimiento. ¿Y eso cómo lo vas a lograr en medio del griterío? Con paciencia, dijo, con paciencia. La estrategia del insulto es, precisamente, que el otro pierda la paciencia”.
En fin, no debemos perder la paciencia. Los blogueros y tuiteros mentadores de madres ya madurarán. ¿Y si no maduran? Terminarán en la irrelevancia. Porque el insulto es tan sencillo que los competidores sobran. Y como ya son tantos, ninguno de ellos tiene en realidad importancia.