La Paz Baja
California Sur a 03 de abril de 2020
Como
anillo al dedo
Por:
Salvador Castro Iglesias
Correo
electrónico: salcasis@yahoo.com.mx
Este
año llegaré a mis primeros 60 años de vida y en verdad les comento que jamás
pensé escuchar de un Mandatario Nacional como es el caso de nuestro flamante presidente
de la República Mexica, decir que esta contingencia o pandemia llama
coronavirus le viene como “anillo al dedo”.
Decir
como anillo al dedo significa en términos coloquiales que para el todo lo que
nos está pasando es algo que lo beneficia, que sin importarle un reverendo pepino
le vale gorro la pandemia, el bienestar de los ciudadanos, el empleo desplomado
por esta contingencia, las fuentes de trabajo e ingresos por los suelos amén de
todas las desgracias que se avecinan, para el esta es la mejor oportunidad de
terminar con una supuesta corrupción en todos los ámbitos de la vida social,
económica, política y demás de México.
Independientemente
de que la salud mental del presidente esté en tela de juicio, es obvio que la
toma de decisiones a favor de aquellos que votaron y los que no lo hicieron por
el es cosa de nada, para este sujeto lo más importante seguirá siendo la construcción
de SU aeropuerto, la construcción de SU tren maya y el llevar a cabo la
encomienda otorgada por su Dios para erradicar con la corrupción; si los
mexicanos estamos en paro o no, es cosa que a él le viene sin cuidado.
Si
el Secretario de Hacienda le dice que no, el dice que si, si el Secretario de
Salud le advierte que estamos en medio de una pandemia, contesta que no hay
problema, sus dijes, amuletos y demás creencias lo vuelven inmune a todo ello,
pareciera que el señor López Obrador vive en un mundo irreal en el que no pasa
nada aunque pase.
Veo
con tristeza como poco a poco se va paralizando el país, nos vamos recluyendo
con el miedo encima esperando y rogando a Dios nos ser los próximos muertos en
las estadísticas mientras el presidente se pasea alegremente en giras sin
sentido, saludando a la mamá de un hampón como si fueran grandes amigos y no
pasa nada.
¿Acaso
será que el destino glorioso de los mexicanos quedó en el olvido?, ¿Qué aquello
de la raza de bronce cocida al sol se convirtió en barro?, ¿Qué solo nos
merecemos esperar la muerte, la desolación, el abandono y la miseria?.
En
verdad les digo que jamás pensé llegar a ver todo este caos en el que México ha
caído, en lo local tenemos a Diputados mas enfrascados en enriquecerse con los dineros
del pueblo, haciendo y deshaciendo a su antojo el antes Honorable Congreso del
Estado sin importarles el destino de su gente, sin dar la cara, sin mostrarse
solidario ante la contingencia.
Mal
asunto este amigos, mal asunto, mientras el Gobernador Carlos Mendoza llama a
todos a unirnos en la desgracias, nos dice una y otra vez “No salgan de casa”,
mucha gente se pasea de lo lindo como si la cosa no fuera grave, sin entender
que esta pandemia va en serio y que una vez contraída, la muerte es el destino
que los alcanzará.
Ayer
jueves 02 de abril, tanto el Gobernador como el Alcalde de La Paz tuvieron que
tomar la decisión de cerrar definitivamente nuestro bello malecón costero al
saber que jóvenes y adultos deambulaban tranquilamente por el sin importarles
la contingencia en un acto de me vale madres lo que pasa.
Como
anillo al dedo si señor, así le viene esta situación al presidente López Obrador
para llevar a cabos sus oscuras intenciones (nadie sabae en realidad cuales
son), dejando en la indefensión a su gente, sin equipos suficientes para enfrentar
la contingencia, a los Gobernadores aislados en sus Estados viendo como este
problema va creciendo y debiendo tomar decisiones que no siempre son bien
vistas por algunos sectores y personas pero que son necesarias (como el caso del
malecón) para evitar los contagios y que se incrementen los enfermos y muertos
por el coronavirus.
¿en
que no es hemos convertidos los Mexicanos?, en un pueblo agachón que acepta
todo lo que se les mande, sin poder para cambiar las cosas, con un presidente
obtuso, cerrado de razón y con un gabinete oscuro que solo atina a decir SI señor
a lo que el designe y crea conveniente aunque sea muy inconveniente.
Desatinada
y triste conclusión, que lo que nos está pasando le venga “como anillo al dedo”
al presidente, triste y catastrófica frase que solo nos dice la realidad de las
cosas, al Sr. López le valen madres las necesidades de su gente, de sus
empresarios, del país.
Nos
leemos más adelante …