No soy de aquí ni soy de allá

La Paz Baja California Sur a 07 de Julio de 2018

Por: Salvador Castro Iglesias

Hace ya muchos años que el gran Facundo Cabral cantaba esa canción, en ese tiempo yo transitaba por mi adolescencia y cuando la escuché por vez primera me gustó de inmediato.

Durante mucho tiempo no entendí porque uno no es de aquí ni es de allá, hasta que al ir llegando a la edad adulta y después de tener hijos y nietos lo comprendí.

No se es de aquí porque el mundo entero es nuestro hogar, separado hoy por ideologías, racismos, culturas diferentes a la mía y fronteras que nos aíslan.

Tampoco se es de allá debido a que estamos atados a nuestros lugares de origen, no pudiendo ir libremente a cualquier parte por no contar con dinero suficiente para hacerlo.

El dinero que todo lo resuelve menos las penas o alegrías del alma caray, ese trozo de papel o moneda metálica que alguien inventó hace ya mucho tiempo para esclavizarnos, para impedirnos ser de aquí o ser de allá.

Ese dinero que cada día toma más poder sobre nosotros, que nos impide a veces ser felices por no tener más cosas materiales y ser importantes, estar por encima de los demás sin recordar que al morir todos estaremos al mismo nivel debajo de la tierra o en una cajita que contendrá nuestras cenizas.

Aprendí que yo si soy de aquí, con o sin dinero, con mis complicados días por no tenerlo pero sin dejar de pensar en lo feliz que soy al poder admirar esas tardes de verano caminando libremente por el malecón de mi ciudad, deteniendo mis pasos para ver el atardecer que tanto me gusta.

Sí, soy de aquí, de este lugar en donde mis ancestros dejaron sus huesos y sus vidas, de esta tierra que los recibió hace ya muchos años, con sus sueños y proyectos y que vinieron creyendo en encontrar una vida mejor para sus hijos.

Soy de aquí porque así siento a mi tierra amada, a mi país que agobiado por tanta opresión y despojos decidió hace muy poco, cambiar a sus gobernantes para experimentar otras formas de gobernar, esperando que sus reclamos sean escuchados y recompongamos este México nuestro para que todos por fin tengamos ese dinero para llevar pan a nuestras mesas.

No soy de allá porque no vivo allá, pero si lo soy en mis sueños locos y en mi imaginación, dejando volar esas ganas de estar allá, en ese lugar en el que nació mi abuelo Manolo, ese lugar de España que cultiva manzanas y hermosos lugares y que se llama Asturias; o el lugar en el que nació mi abuela Carmen llamado Aragón y que ellos decidieron guardar en sus mentes y en sus corazónes para siempre al venir y ser de aquí.

No soy de allá, de muchos lugares que hubiera querido recorrer con esta alma vagabunda y viajera que tengo aprisionada en mi cuerpo y que suelto en mis sueños con mucha frecuencia.

Soy de aquí pues aquí nací, en esta Baja California Sur y en su capital que se llama La Paz, tierra de oportunidades para el que quiera tomarlas, tierra de sol candente o inviernos frescos, de mares con colores intensos y playas que invitan al descanso y a soñar.

A que Facundo, te me metiste hasta el alma con tus canciones que poco puedo cantar porque lo mío es escribir, pero que anidaron en ella y que canto con el alma cuando la tristeza me llega de repente.

Amabas no ser de aquí, ni ser de allá y no tener edad ni identidad hasta que alguien que no era de aquí ni era de allá decidió cortar tu caminar por este mundo, dejándonos a muchos con un dolor en el alma que el mismo no termina de curar pero que se agita al escuchar tus canciones

Y así como Facundo trato de ser de aquí, con o sin dinero, de dejar huella profunda en lo que hago, sin importar si otros me siguen o no, solo por hacerlo.

Sí, soy de aquí, porque amo serlo, porque ser de aquí me permite hacer lo que hago, ser libre en mis pensamientos aunque muchos no concuerden conmigo, ser de aquí y poder tomar café por las mañanas con mis amigos que también son aquí pero de vez en vez recuerdan y nos cuentan cuando eran de allá.

Sigo mi camino siendo de aquí, sabiendo que mis huesos o cenizas descansarán aquí, en mi hermosa bahía, en los recuerdos de algunos y pienso que el día que me vaya al más allá ya no seré de aquí.

Nos leemos mas adelante…