Por Raymundo León Verde
Aunque
el 2018 parece lejano y los resultados de las elecciones del año pasado
pintaron a Baja California Sur de azul, será difícil que el Partido Acción
Nacional (PAN) repita la dosis en la misma medida, por una sencilla razón,
habrá una elección presidencial y los distintos candidatos a despachar en Los
Pinos seguramente influirán en la decisión de los electores.
La
homologación de las elecciones estatales con las federales, que incluirán la
competencia por la presidencia de la República, obviamente darán un matiz
especial a la jornada electoral del 2018 en Baja California Sur, un estado que
además se caracteriza por la alternancia del poder, en gran medida porque hay
mucho “trapecismo” político, es decir, los aspirantes a puestos de elección
popular y los grupos que los apoyan, no tienen empacho en cambiar de partido si
de repente no les “reconocen” sus virtudes en aquellos donde militan o al menos
dicen militar.
Así
pues, el PRI fue el gran semillero de los demás partidos que han ganado la
gubernatura y presidencias municipales en esta entidad desde 1999, cuando el
inconforme Leonel Cota Montaño, quien fue diputado federal y presidente
municipal de La Paz por el tricolor, tomó la decisión de ponerse la camiseta del
Partido de la Revolución Democrática (PRD) y vapulear en la elección a la
gubernatura de ese año al candidato priista Antonio Benjamín Manríquez Guluarte.
El
caso es que aun cuando muchos toman a la ligera las declaraciones del delegado
del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Héctor Guevara Ramírez, de que el PRI va
por todo en el 2018, pues no hay que echarlo en saco roto, primero porque esa
debe ser la postura de un enviado del PRI nacional y no andar de derrotista
antes de tiempo, de eso ya se encargarán los demás partidos políticos, sobre todo
el que está en el poder, y segundo porque una cosa es ir por todo y otra es que
ganen todo como era habitual antes de 1993, cuando el PAN les advirtió lo que
sucedería más adelante.
Dar
por muerto en esta entidad a un partido que gobierna a nivel federal y que
seguramente habrá de hacer un despliegue de recursos como nunca antes para
mantenerse en la Presidencia, buscando votos en todo el país, sobre todo en
aquellos donde habrá elecciones locales, sería una terrible equivocación del
PAN, pues la historia de las elecciones en Baja California Sur hacen evidente
que los otrora partidos poderosos que pecaron de soberbia, comenzando
precisamente por el PRI, fueron derrotados con un común denominador, sus caídas
son producto de la falta de unidad, lealtad, de identidad partidista y la
enarbolación de los intereses personales y de grupo sobre los institucionales.
Las
zancadillas entre miembros de un mismo partido, el “fuego amigo”, el
divisionismo, y el “trapecismo” político han provocado la famosa alternancia en
este estado, pero si a eso le sumamos el detonante de la elección presidencial,
pues yo difiero de aquellos que piensan que el PAN va prácticamente solo en la
competencia por las presidencias municipales, las diputaciones federales y las
senadurías en Baja California Sur.
Esta
historia cíclica de partidos que tienen todo y luego no tienen nada, debe
servir al PAN para no confiarse y no cometer el error del divisionismo; al PRI
para no repetir esta historia que les costó caer en la debacle en las
elecciones del año pasado y tratar de unificar fuerzas para ser competitivos; y
a los partidos de izquierda para reencontrarse, como partidos y “tribus”, pues
de otra forma difícilmente lograrán algo.
La
elección presidencial dará un sabor especial a la elección de Baja California
Sur, ya se verá qué tanto los candidatos de los diferentes partidos contribuyen
en las votaciones de cada partido.
Al
final para el ciudadano es importante contar con partidos fuertes, con buenos
candidatos de uno y otro lado, para tener una buena baraja de posibilidades y
elegir al que consideren el mejor y como consecuencia se tengan excelentes
gobernantes.
Lejos
la elección del 2018, tal vez, pero creo que todos los partidos políticos deben
estar trabajando en su organización, fortalecimiento de estructuras y
construcción de cuadros, aunque creo que es algo que se les complica en
general, pues en su interior prevalecen los egos.
En
ese sentido, aquel partido que llegue mejor cohesionado al 2018 tendrá mejores
oportunidades de conseguir sus objetivos, aun cuando ciertamente en este
momento el PAN tiene las ventajas de todo partido en el poder, ventajas que
pueden capitalizar si gobiernan bien y no se entretienen, en el caso de las
presidencias municipales, los tres años culpando a las administraciones
anteriores de todos los males que les aquejan y al final todo mundo queda
exonerado como ya se hizo costumbre en Baja California Sur.