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martes, 8 de marzo de 2016

En duda la planta desalinizadora de La Paz

Redes

Raymundo León Verde

Fue un compromiso de Enrique Peña Nieto
David Korenfeld lo ratificó
¿Se le dará carpetazo a esta importante obra?


Como no recordar las promesas de campaña del ahora presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en materia de agua potable y aguas tratadas para el municipio de La Paz.
Ante miles de personas reunidas en el estadio Arturo C. Nahl, Peña Nieto firmó tres compromisos: la construcción de una planta desalinizadora de agua de mar para la producción de 200 litros por segundo, la segunda etapa del acueducto El Carrizal La Paz, y una nueva planta de tratamiento de aguas residuales, los cuales no se han concretado a la mitad de su gobierno.
En el caso del acueducto y de la planta de tratamiento ya hay avances, uno con obra y otro en el proceso de licitación, pero en el caso de la planta desalinizadora el proyecto prácticamente se encuentra detenido y al parecer en riesgo de que no se construya. Ni las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ni del ayuntamiento de La Paz han tocado el tema últimamente.
En agosto del 2013, el entonces director general de la Conagua, David Korenfeld, confirmó que la planta desalinizadora de La Paz se construiría con una inversión de 500 millones de pesos.
En reunión de trabajo con el gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor y la entonces alcaldesa de La Paz, Esthela Ponce Beltrán, dijo que la planta desalinizadora ayudaría a disminuir la sobreexplotación de los acuíferos del municipio, pues el 98 por ciento del consumo de la ciudad proviene de fuentes subterráneas.
Para justificar el proyecto refirió que países como Arabia Saudita, Qatar, Libia, Estados Unidos y España han encontrado en la desalinización una solución al problema de la falta de agua potable, lo que daría oportunidad a México de escoger las mejores tecnologías.
Indicó que el producto obtenido mediante la desalinización tendría  un precio justo y que pudiera pagar la gente.
En su momento, el ex director del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de La Paz (OOMSAPAS), Germán Ruiz Padilla, aseveró que el proyecto estaba en marcha y ya se hacían estudios para su ubicación, además de que su producto sería destinado a desarrollos turísticos para que estos no usaran el agua subterránea destinada a la población, lo cual despertó inconformidad porque eso no fue lo que dijo Enrique Peña Nieto, pues obviamente las miles de personas que estuvieron en el estadio Arturo C. Nahl aplaudieron la promesa pensando que el producto de la desalinizadora sería para uso doméstico como sucede con la planta que opera en Cabo San Lucas.
Hace unas semanas el director general del OOMSAPAS Héctor García González dio a conocer que este organismo tiene entre sus planes el intercambio de aguas residuales por blancas con ejidatarios de Chametla y El Centenario para resolver el reto que representa el abasto de agua potable en el municipio de La Paz.
Informó que la capital del estado cuenta con 21 pozos en operación que suministran 806 litros por segundo a la red, por lo que el plan es conseguir otros 20 pozos en las inmediaciones de la mancha urbana que actualmente están destinados al uso agrícola.
Precisó que la intención es intercambiar aguas tratadas por blancas al dos por uno o en su caso comprar los derechos de los títulos de concesión que tienen los agricultores.
Ahora bien, aunque esta alternativa fuera viable y con un menor costo en el abasto de agua potable que requiere la ciudad de La Paz, que tiene un déficit de 200 litros por segundo, y aunque de una vez por todas comenzara a trabajar el acueducto del Carrizal a La Paz, la pregunta es ¿tendría que descartarse el proyecto de la desalinizadora prometida por Enrique Peña Nieto?
En mi opinión NO, porque la ciudad de La Paz está en crecimiento y el tema del agua potable es fundamental en el desarrollo de cualquier lugar.
Es necesario que las autoridades tanto de la Conagua como del OOMSAPAS y del ayuntamiento de La Paz tengan al tanto a la población sobre este importante proyecto, que además es un compromiso presidencial confirmado en su oportunidad por David Korenfeld.
Hoy vemos con agrado que en el municipio de Los Cabos, el proceso para la construcción de una nueva planta desalinizadora o la ampliación de la que ya opera en Cabo San Lucas va viento en popa y es uno de los principales proyectos que impulsa el presidente municipal Arturo de la Rosa Escalante, lo que contrasta con las dudas que genera la falta de información sobre el proceso de construcción de la planta desalinizadora de La Paz, que no debe dejarse como una obra para después.
Creo que se debe retomar el proyecto con mayor fuerza e insistir ante las autoridades federales para que se haga realidad esta obra que es un compromiso del actual presidente de la República, que si bien ha dado carpetazo a otros proyectos de obras importantes en el país, en La Paz no puede quedar a deber una infraestructura que es vital para una zona tan árida, con escasez de agua, con una población que está en crecimiento y que necesita el recurso hídrico para su desarrollo económico.
Con casi la cuarta parte de los litorales del país, la desalinización de agua de mar para convertirla en agua potable tiene una lógica elemental para abastecer a sus ciudades, en particular de los municipios de La Paz y Los Cabos, por lo que sería una lamentable decisión dejar de lado un compromiso que además tiene la firma del actual presidente de la República.
Sus comentarios al correo electrónico: raymundoleon2004@yahoo.com.mx