La Paz Baja California Sur, a 29 de Junio de 2015
En un rincón del alma
Por: Salvador
Castro Iglesias
Correo
electrónico: salcasis@yahoo.com.mx
Me gusta esa
frase ¿saben?, encierra tantas cosas que va uno viviendo y guardando precisamente
ahí, en un rincón del alma.
En ese lugar
atesoro mis recuerdos, algunos malos y otros muchos buenos, esos recuerdos que
son parte fundamental de una vida plena de experiencias, de amores, desamores,
éxitos, fracasos y mil cosas más.
Ahí están los
recuerdos de mi infancia, llena de aventuras, idas a la playa, juego sin fin y
muchas vivencias y cosas que parecieran no cabrían por esos ojos míos que
tenían tantas ganas de ver, de aprender, de saber.
Mi
adolescencia, el primer beso y aquel baile en el que me di cuenta que ya no era
un niño, mientras tomaba del talle a esa chica que hoy está guardada ahí, en un
rincón del alma.
Con el paso
del tiempo me llegó la edad adulta, con muchas caídas, grandes sorpresas al saberme
Padre pero sin entenderlo a carta cabal sino hasta ya pasado el tiempo en el
que mis hijos e hijas se convirtieron en adultos y ahora a su vez son padres,
pero guardo en mis recuerdos la primera vez que mis hijos(as) nos vimos, como
queriendo reconocernos.
Y ese rincón
del alma se fue ensanchando para dar cabida a mas recuerdos, amigos que se
fueron antes de despedirnos, un amor que intempestivamente llegó a mi vida y
que igual se fue a descansar eternamente cuando Dios así lo dispuso y que me
dejó pensando que nada es para siempre.
Ese rincón del
alma guarda las caricias, besos y largas charlas frente a una taza de café con
mi madre, mientras la veía pintarse y contarme verdades que ella sabía y que me
contaba para que pudiera yo ser una mejor persona. Se fue y seguro estoy que
hoy le cuenta a Dios lo maravilloso de ser madre y mujer.
En ese rincón
del alma están muchos sueños guardados, en espera de poder ser logrados,
amistades que nunca lo fueron y que me dejaron la experiencia de aprender que
no todo es aunque a veces lo parezca.
Caray, ese
rincón del alma hoy está en remodelación, ampliándolo para seguir guardando mis
querencias, mis alegrías y ese gusto que me da el saber que muchos de ustedes
que me leen también tienen sus rincones del alma.
Hoy estoy sacando
muchos recuerdos de mi rincón del alma, cosas que ya no sirven ¿saben?,
rencores tan antiguos que se fueron diluyendo con el tiempo, ofensas que saqué
porque ya no ofenden, temores que con el tiempo solo ocupaban espacios que hoy
mejor ocuparán mis alegrías.
Por supuesto
que en ese rincón del alma está alguien al que yo llamo Dios, pero ocupa tanto
lugar que por ello decidí ampliar mi rincón, para que quepa en el cómodamente y
además lo pueda compartir con una bella compañera que me envió para hacer más
ligero y alegre mi camino.
Irma es tan
genial que se instaló en mi rincón del alma, para recordarla todos los días,
para crear recuerdos juntos que compartiremos mientras vivamos esta vida.
También ese
rincón del alma me recuerda al buen Alberto Cortés, quien atinadamente decidió
un día escribir esa canción para que yo entendiera lo que son los recuerdos
hechos canción.
…Nos leemos más
adelante