Redes: Paro magisterial, con tintes políticos

Posted by Raymundo Leon Verde on 19 Ee mayo Ee 2015 a las 3:40

Por Raymundo León Verde
El gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor dio un golpe de autoridad para que todas las escuelas de educación básica reanuden sus actividades este martes, suspendidas el pasado 27 de abril en reclamo del pago de prestaciones económicas, así como la regularización de horas y plazas de trabajo.
Las demandas del magisterio indudablemente son justas, pero es evidente que el problema ha sido manipulado en vísperas de la jornada electoral del 7 de junio.
Ninguna de las causas del problema que hoy es tomado de pretexto para paralizar las actividades en la mayoría de las escuelas del estado comenzó en esta administración, pero “coincidentemente” estalla en pleno periodo de campañas, con una inusitada convocatoria de la dirigencia institucional de la sección tercera del SNTE que hoy reacciona incluso contra la reforma educativa que ellos mismos apoyaron.
Y cómo no pensar que es político el asunto cuando algunos de los líderes del magisterio son candidatos de partidos opositores al gobierno del estado, y el conflicto educativo aderezado con movilizaciones es utilizado por esos partidos para señalar la supuesta ineficiencia de las autoridades estatales para resolver el problema, con una clara visión parcial que no incluye la responsabilidad del gobierno federal particularmente en el caso de la regularización de horas y plazas de trabajo, ni de las administraciones pasadas, perredistas y priístas, que una tras otra fueron acumulando los famosos adeudos con el ISSSTE, FOVISSSTE y demás.
La dirigencia institucional del SNTE sorprende hoy por su combatividad, pero ¿por qué no lo hizo antes? Es decir, antes del periodo de campañas, o bien, en plena discusión de la reforma educativa.
Y aunque los líderes del magisterio dicen que el asunto no es político e insisten en criticar al gobierno del estado y pedir la destitución del secretario de Educación Pública Héctor Jiménez Márquez, los datos duros demuestran que el conflicto no ha sido desatendido por la administración de Covarrubias, al contrario, presenta avances superiores al de gobiernos anteriores.
Se habla de un avance del 48 por ciento en el rezago que había al principio del periodo en horas y plazas de trabajo, y del pago de más de 500 millones de pesos en prestaciones, quedando un pendiente de 75 millones que ya se comenzó a saldar de acuerdo con lo informado el mismo lunes por el gobierno estatal.
Así las cosas, de los 15 mil trabajadores de la educación en el estado, 12 mil 500 ya no tienen problemas por lo que, en efecto, no tienen razones para continuar con el paro de actividades convocado por el SNTE. A los demás se les ha ofrecido su incorporación al ISSSTE y una compensación económica, así como la continuación de las gestiones para su basificación.
Los líderes que encabezan la movilización del magisterio hablan de mantener el paro en solidaridad con los trabajadores compensados, en un discurso francamente hipócrita, porque sin menospreciar los reclamos de estos empleados a los que se les tiene que hacer justicia en la medida que los acuerdos del gobierno del estado y del gobierno federal avancen, lo más importante es la educación de los niños, quienes llevan tres semanas sin clases, sin perder de vista que en algunas regiones del estado se han perdido más, sobre todo en Los Cabos como consecuencia del desastre provocado por el huracán “Odile”.
La estrategia de alargar el paro en las escuelas hasta la jornada electoral, porque está claro que el gobierno federal no va a otorgar ni las horas ni las plazas que faltan al cien por ciento, vamos ni al 10 por ciento de la noche a la mañana, es irresponsable, infame para los niños, sobre todo porque atenta contra su derecho a ser educados.
Cabe mencionar que ningún interés particular debe estar sobre el interés colectivo, sobre todo si no existe justificación, así que el Estado no sólo tiene el derecho, sino la obligación de privilegiar el regreso a clases mientras se continúa con la atención de los pendientes con el magisterio.
Cierto es que muchos profesores están entre la espada y la pared, pues por un lado podrían ser sujetos a sanciones administrativas por no presentarse a trabajar o quedar mal con los líderes del movimiento si van a dar clases. Eso mismo podría ser contraproducente para la dirigencia institucional del SNTE, sobre todo si el profesor tiene su plaza y cubiertas todas sus prestaciones. En este caso ¿qué lo justifica para faltar? ¿la solidaridad con su compañero compensado? ¿su afinidad con un partido o candidato? Vaya disyuntiva.
Correo: raymundoleon2004@yahoo.com.mx