Por Ricardo Mancilla
Rangel
Es común escuchar que los Estados Unidos de América es el lugar donde
los sueños y las oportunidades se hacen realidad. No obstante, existe un país
en América Latina que por su potencial de crecimiento y desarrollo en proceso
las posibilidades se están volviendo amplias incluso para todos aquellos que no
nacieron en ese país.
Si pensó en Brasil se ha equivocado, pues se trata de México, que a
pesar de la violencia vivida se ha convertido en una especie de tierra
prometida para habitantes de naciones en crisis. Y Europa, pero sobre todo
España se encuentra sumergida en una crisis que está obligando a sus jóvenes a
dejar todo, irse y venir aquí.
Según documenta el periódico El
País, en los
últimos años se ha registrado lo que sería la más grande ola migratoria de
españoles desde la Guerra Civil de 1939, toda vez que aquí han encontrado
opciones seguras de empleo ante una tasa de 55% de desocupación juvenil, la 2da.
más grande del Viejo Continente sólo superada por Grecia.
Apenas en octubre pasado el país ibérico registró una tasa de desempleo
de 25% por 1ra. vez en su historia. Uno de
cada 4 trabajadores en esa zona estaba
en paro.
Muchachos, hombres y mujeres, que por dos años han buscado trabajo en su
nación de origen lo han encontrado en México en tan sólo un mes cuando mucho en
tres, con permisos en regla, profesionistas
que van desde economistas, arquitectos o ingenieros, emprendedores que instalan
sus propios negocios a corto plazo.
Si bien muchos llegaron como turistas y posteriormente cambiaron su
condición migratoria al encontrar empleo, ahora la Secretaría de Gobernación impuso
nuevas medidas y si un extranjero quiere laborar aquí, debe salir del país y
obtener un visado especial para retornar después ya con una oferta de trabajo o
un proyecto en puerta. Es más burocrático, y siempre tardan un poco más, pero
siguen llegando.
Lo preocupante de la historia es la oportunidad de empleo registrado en
ciertas áreas en un México con un 5% de desempleo, un 30% de su población
activa en el área informal y un número creciente de ni-nis que no ve un futuro
muy claro.
Que no se malinterprete, los jóvenes extranjeros no vienen a quitarle el
empleo a nadie, así como no lo hacen los mexicanos que viajan a EEUU. ¿Qué
hacen? ocupar espacios disponibles en sectores que no han sido cubiertos y todo
apunta al sector educativo que no está generando suficientes profesionistas
para la oferta existente.
Sin duda es algo grave, toda vez que no somos un país con una población
mayormente en retiro, sino por el contrario, pasamos por una etapa en que la
generación en edad productiva es más grande que las demás, pero por lo visto,
sin la suficiente especialización que requiere la industria y muchos servicios
hoy en día, o peor aún, sin la calidad suficiente derivada de un cuerpo de
miles de docentes lleno de vicios y plagado hasta el tuétano de deficiencias
para enseñar.
En medio de la Reforma Educativa en curso, donde el SNTE se ha puesto en
pie de lucha contra ella ante una evaluación obligatoria a los maestros, se
prevé uno de los tantos y estériles enfrentamientos por mantener cotos de poder
sin prever que el mundo sigue girando y que siempre habrá desde otras latitudes
quien pueda y quiera hacer lo que por negligencia no podemos o no estamos
aprovechando nosotros.
El deseo de muchos mexicanos para 2013 es encontrar un empleo y para
muchos de ellos se tomará en cuenta su nivel educativo. Pero si desde los
primeros niveles no se fomenta la calidad, la desventaja para todos será
latente y un inseparable lastre. Lo ideal es que México sea por mucho tiempo
más un país de sueños y oportunidades, tanto para mexicanos como para
extranjeros. Y eso no se cumplirá con un simple deseo de Año Nuevo.
Con estos antecedentes estamos obligados a hacer un examen de conciencia
y ver si estamos preparados en estas latitudes para provocar un desarrollo
equilibrado capaz de impulsar el crecimiento adecuado y en consecuencia
construir las oportunidades que los jóvenes profesionistas necesitan para
crecer y ser productivos.
Preguntarnos si el gobierno del estado está cumpliendo con la principal
tarea de un gobierno responsable, “SER PROMOTOR DEL DESARROLLO” o si solamente se está preocupado por generar
trabajo y riqueza para los “amigos” del funcionario en turno.
Para cumplir adecuadamente con esa responsabilidad se requiere construir
las bases para generar confianza y esperar las inversiones de la iniciativa
privada, considerada la única posibilidad de tener trabajo economía y un sano crecimiento
pues el gobierno no está obligado ni debe ser empleador ni generador de
negocios sino por el contrario brindar las facilidades a la inversión privada
para que se den los pasos seguros de fincar fuentes de empleo con salarios
dignos.
Preguntarnos si el gobierno municipal cumple con su responsabilidad de
facilitar los trámites y brindar con transparencia en el menor tiempo posible
los servicios para que las inversiones se den con celeridad, o si solamente se
vanaglorian a través de gráficas sin substancia en los medios de comunicación
haciendo alarde del más mínimo acto de gobierno, descuidando el servicio y
atención convirtiéndose en un embudo difícil de superar retrasando las
inversiones y en consecuencia entorpeciendo la generación de empleos, sin darse
cuenta que la primera instancia que influye en el establecimiento de nuevas
fuentes de empleo es la administración municipal por encima del gobierno Estatal y Federal
puesto que la mayoría de los trámites para iniciar un negocio recaen en las
oficinas municipales.
Es necesario considerar que hay mucha competencia entre estados y entre
ciudades por captar inversiones que mejoren la economía local y debemos estar
preparados y mentalizados positivamente para poder enfrentar esa competencia,
no es casual el anuncio de armadoras e industrias productoras de trasmisiones
en Aguascalientes con miles de empleos bien pagados, es debido a ventajas comparativas
que observaron los inversionistas. Estamos
obligados a crear esas ventajas y condiciones para que la inversión
ponga sus ojos en Baja California Sur y dejar de lado actitudes y acciones con
miras electoreras siendo comparsa de las mentiras, la mala fe y los intereses mal sanos de los ecologistas que se oponen a la
minería, que se oponen a todo y los
políticos y gobernantes no se atreven a contradecirlos por miedo a los votos de
sus futuras pretensiones aun sabiendo que esos falsos salvadores mienten atendiendo
intereses meramente económicos personales y no los asiste la razón.
Tendremos que tener claro la necesidad de crear un círculo virtuoso
compuesto por CONFIANZA - inversión - empleo- economía - satisfactores cumplidos - paz y tranquilidad
social - CONFIANZA este círculo virtuoso
termina y da inicio cíclicamente con la
confianza y el único obligado a generarla son los gobiernos con sus acciones,
calidad y celeridad del servicio, eficiencia y eficacia en todo su actuar.
Reflexionemos seriamente en estos factores, exijamos a las autoridades
que cumplan con su responsabilidad y colaboremos responsable y respetuosamente
con nuestros gobernantes sin importar si votamos o no por ellos y coadyuvar para que sucedan
cosas positivas y atraer inversiones a esta bello estado con todas sus
posibilidades y noblezas con que cuenta, reconocer que esas bondades por sí
solas no significan nada sin alguien que arriesgue su economía y le apueste a Baja
California Sur, de otra forma quedaremos relegados del crecimiento del país a
pesar de la buena voluntad del nuevo gobierno federal.
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